Amar en vez de necesitar

El hombre madura en el momento que empieza a amar en vez de necesitar; empieza a desbordarse, a compartir, a dar. Tienes tanta vida que no sabes que hacer con ella, así que la compartes.

Cuando no tienes amor, le pides a otro que te lo de; eres un mendigo. Y dos mendigos extendiendo sus manos uno al otro, ambos con la esperanza de que el otro lo tenga… naturalmente ambos se sienten defraudados, vacíos, engañados. Y como no tienen amor, no pueden darlo.

Una persona inmadura sólo se enamora de otra persona inmadura, porque sólo ellas pueden comprender el lenguaje de la otra. El problema básico del amor es madurar primero, entonces la gente inmadura no te atraerá para nada.

Una persona madura no «cae» en el enamoramiento, se eleva en el Amor. Cuando una persona madura da amor, lo da sin ataduras, simplemente lo da. Se siente agradecido de que tú hayas aceptado su amor. No espera que se lo agradezcas, ni siquiera necesita de tus «gracias». Te da las gracias por aceptar su amor.

Y cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre una de las más grandes paradojas de la vida, uno de los fenómenos más bellos: están juntos, sin embargo, tremendamente solos, están tan unidos que casi son uno. Pero su unión no destruye su individualidad, de hecho la realza, se vuelven más individuos.

Dos personas maduras enamoradas se ayudan mutuamente a ser más libres. ¿Cómo puedes dominar a la persona que amas?

Olvida todas tus relaciones de dependencia y empieza a trabajar en tu propio ser, aclarando, limpiando, haciendo tu núcleo interior más alerta, más consciente.

OSHO



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