Ninguna relacion puede ser segura.

Hay que entender algunas cosas, ¿de acuerdo? Ninguna relación puede ser segura. La naturaleza de las relaciones no es ser segura, y si una relación es segura, perderá todo el encanto.
Así que supone un problema para la mente. Si quieres disfrutar una relación, tiene que ser insegura. Si la haces completamente segura, totalmente segura, no podrás disfrutar, perderá todo el encanto, toda la atracción. La mente no se contenta ni con una cosa ni con la otra, así que siempre está en conflicto y en caos. Quiere una relación que sea a la vez viva y segura. Esto es imposible, porque una persona viva, o una relación viva, o cualquier cosa que este viva, es impredecible. No puedes predecir lo que va a ocurrir en el momento siguiente. Y el hecho de que sea impredecible hace que ese momento se vuelva intenso.
Tienes que vivir este momento de la manera más intensa posible, porque puede que no haya un siguiente momento. Puede que tú ya no estés, puede que otro ya no esté, o puede que ambos estéis pero no la relación. Todas las posibilidades están abiertas. El futuro permanece siempre abierto. El pasado siempre está cerrado, el futuro siempre está abierto y, entre medias de los dos, está el presente, un único instante del presente, constantemente temblando, vibrando.
Pero así es la vida. El temblor y la vibración forman parte del hecho de estar vivo; la incertidumbre, la imprecisión, la vaguedad. El pasado está cerrado todo ha ocurrido ya y ahora no se puede cambiar nada, de modo que todo está absolutamente cerrado. El futuro está totalmente abierto, no se puede predecir nada. Y, entre los dos, está el presente, con un pie en el pasado y otro en el futuro. De modo que la mente permanece siempre en una dicotomía, en un estado dividido. Siempre está fraccionada, siempre está esquizofrénica.
Lo que hay que comprender es que así son las cosas y que no se puede hacer nada. Si quieres tener una relación muy segura, tendrás que enamorarte de un hombre muerto, pero no lo disfrutarás. Eso es lo que le ocurre a un amante cuando se convierte en marido: un marido es un amante muerto, una esposa es una amante muerta. El pasado se ha convertido en todo y ahora es él quien decide el futuro.
De hecho, si eres una esposa, no tienes futuro, solo estará el pasado repitiéndose a sí mismo, todas las puertas estarán cerradas. Si eres un marido, no tendrás futuro, estarás encerrado, aprisionado.
No hacemos más que buscar la seguridad, pero una vez que la encontramos, nos hartamos de ella. Mira los rostros de los maridos y de las esposas. Han encontrado la seguridad, la muy ansiada seguridad, y ahora tienen todo a buen recaudo; y las leyes, los juzgados y los abogados están ahí para que todo esté seguro. Pero ya no queda nada del encanto, de la poesía, no queda el romance. Ahora son gente muerta, no hacen más que repetir el pasado, viven de los recuerdos.
Escucha a los matrimonios hablando. La mujer no hace más que decir que el marido ya no la quiere como antes, y no hacen más que hablar de pasado, de su luna de miel, y cosas así. ¡Qué tontería! Todavía estás vivo. ¡Este instante puede ser una luna de miel! Puedes vivir este momento, pero tú estás hablando del pasado, intentando repetirlo.
La seguridad nunca satisface, y la inseguridad da miedo, miedo a que se pueda acabar la relación. Pero eso forma parte del hecho de estar vivo, todo se puede perder, no hay nada cierto. ¡Por eso todo es tan maravilloso! Y por eso es importante que no pospongas ni un segundo. Si quieres amar a alguien, ámalo aquí y ahora. Amalo porque nadie sabe lo que va a ocurrir dentro de un instante. Puede que dentro de un instante ya no exista la posibilidad de amar, y entonces te arrepentirás durante toda tu vida, podías haber amado, podías haber vivido. Te embargará el remordimiento, te arrepentirás y sentirás una profunda culpa, como si hubieras cometido un suicidio.
La vida es incierta, no hay nadie que la pueda convertir en una certeza, no hay forma de convertirla en una certeza. Y es bueno que nadie pueda convertirla en una certeza, de lo contrario sería muerte. La vida es frágil, delicada, dirigiéndose siempre a lo desconocido, de ahí su belleza. Hay que ser valiente, aventurero. Para caminar por la vida, hay que apostar, así que apuesta.
Vive este momento, y vívelo totalmente. Cuando llegue el siguiente momento, ya veremos, allí estarás para enfrentarte a él. Al igual que fuiste capaz de enfrentarte al pasado, serás capaz de enfrentarte al futuro, incluso tendrás más capacidad de hacerlo porque tendrás más experiencia.
De modo que lo importante no es si esa persona seguirá ahí en el momento siguiente. Lo importante es que si en este momento lo tienes ahí, lo ames. No pierdas el tiempo pensando y preocupándote por el futuro, porque no puedes hacer nada por el futuro, porque eso es algo suicida. No pienses en absoluto en el futuro, porque no puedes hacer nada por él, así que es desperdicio absoluto de energía.
Ama a ese hombre y sé amada por él. Según mi punto de vista, si vives este momento totalmente, hay muchas probabilidades de que, quizás, en el momento siguiente, esa persona siga estando disponible. Digo quizás, no te lo puedo prometer, quizás, pero existen más probabilidades, porque el momento siguiente surgirá de este momento. Si has amado a ese hombre y él se siente dichoso, y la relación ha sido una bella experiencia, un éxtasis, ¿por qué iba a dejarte?
De hecho, si no haces más que preocuparte, lo estás forzando, lo estás obligando a que te deje. Y si has perdido este momento, el momento siguiente surgirá de está perdida, estará podrido.
Y así que uno se vuelve autopredecible, vas cumpliendo tus propias profecías. Al momento siguiente dices: “Ya lo dije desde el principio que está relación no iba a durar. Ahora se ha demostrado”. Cuando eso ocurre, en cierto modo, te sientes muy bien, sientes que has sido lista y sabia. En realidad, has sido tonta, ya que no es que hayas predicho nada, sino que provocaste que ocurriera porque desperdiciaste el tiempo que te dieron, la oportunidad. De modo que ámalo y olvídate del futuro. Olvídate de todas esas tonterías de pensar en el futuro.
Si puedes amar, ama. Si no puedes amar, olvídate de ese hombre encuentra a otro, pero no desperdicies el tiempo. No es una cuestión de este amante o de aquel, es una cuestión del amor. El amor llena, las personas no son más que excusas. Sin embargo, todo depende de ti, porque lo que hagas con esta persona lo harás con la otra si cambias de amante, así que, ¿por qué no intentar con este? Es de los hombres más perfectos que puedes encontrar, una persona maravillosa con un gran conocimiento, y muy madura en muchos sentidos.
Así que ámalo y hazlo tan feliz que la propia felicidad cree la posibilidad de que se quede. Si haces feliz a una persona ¿por qué se va a ir? Pero si lo haces infeliz ¿por qué no se va a ir? Si lo haces infeliz lo ayudaras a dejarte. Pero si lo haces feliz, nadie podrá ayudarlo a dejarte. No habrá manera, se enfrentará al mundo entero por ti.
Así que sé más feliz. Utiliza el tiempo de que dispones, y no hace falta que pienses en el futuro, el presente es suficiente. Desde este preciso instante intenta vivir este momento. Si se va, no pasa nada. Encontraras a un hombre mejor, olvídalo. No utilices este momento para preocuparte, sino para vivir. Las pequeñas cosas pueden ser realmente maravillosas. Un poco de cariño, un poco de compartir, en eso consiste la vida.
De modo que, está será tu meditación: vive el momento y devuélvete constantemente al presente. Cada vez que estés escapando al futuro o al pasado, sujétate y devuélvete al presente. Y sin preocuparte, sin buscar la seguridad, limítate a vivir, todo irá bien. Todo va siempre bien.
OSHO —



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