Al llegar lo primero que ella te pregunta después de darte la bienvenida es lo que te trae al masaje, lo que te gustaría llevarte de la sesión y si hay algo que ella necesite saber sobre tu cuerpo; si hay alguna lesión antigua o reciente.
Zulema trabaja básicamente desde la escucha, sus manos van donde tu cuerpo las requiere y así se va desarrollando la sesión, te pedirá que si durante la sesión hay algo que tu cuerpo no siente bien se lo comuniques ya que es vital para que tu cuerpo se pueda relajar.
Al finalizar la sesión te va a recomendar que te hidrates bien ya que es recomendable para ayudar a las toxinas movilizadas por el masaje a que el cuerpo las elimine mejor.
El masaje puede ser con ropa y sin ropa con tu ropa interior puesta.
Hay personas a las que no les gusta desnudarse para darse un masaje y está bien ya que para recibir un masaje no hace falta desnudarse y Zulema se adapta a las necesidades de la persona.
La verdad es que cada persona es un mundo, así que no es fácil responder a esta pregunta.
Lo que sí es que tu cuerpo, tu mente y tus emociones estarán más relajados.
Mi masaje te ayuda a habitar tu cuerpo y eso quiere decir que nos pasamos prácticamente todo el tiempo en nuestra cabeza desconectados de nuestro cuerpo y es en este donde se encuentra la calma y la paz, nuestra mente nunca está quieta siempre activa de aquí para allá.
Por eso las personas después de una sesión conmigo se sienten tan bien por que es en el cuerpo donde está nuestro bienestar, nuestro cuerpo es nuestra casa y se está muy bien en casa.
Te recomiendo leer los testimonios de personas que reciben mis sesiones.